Epigraph Vol. 26 Issue 3, Summer 2024

Los cursos de formación en epilepsia mejoran la atención no especializada. También pueden impulsar un cambio nacional.

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Por Nancy Volkers, oficial de comunicaciones de ILAE

Traducido por Jaime Carrizosa


Volkers N, Carrizosa J. Los cursos de formación en epilepsia mejoran la atención no especializada. También pueden impulsar un cambio nacional. Epigraph 2024; 26(3): 89-92.


La educación continua de los profesionales no especialistas es crucial para mejorar y fortalecer el diagnóstico y el tratamiento de la epilepsia. Muchos países carecen de suficientes especialistas para atender a las personas con epilepsia. Incluso en los países de ingresos altos, un porcentaje significativo de personas con epilepsia reciben la atención médica de un no especialista. Y las personas con epilepsia atendidas por neurólogos, también suelen consultar con regularidad a su médico de cabecera o de familia; si bien es posible que el médico de familia no maneje la epilepsia de estas personas, es una parte importante de la red de atención y es posible que deba abordar los problemas relacionados con la epilepsia.

La mayoría de los no especialistas reciben poca o ninguna información sobre la epilepsia durante su formación inicial. En 2015, la Resolución WHA 66.8 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) abogó por la integración del tratamiento de la epilepsia en la atención primaria de salud mediante la formación de no especialistas en los aspectos básicos del diagnóstico y tratamiento de la epilepsia.

Un estudio de 2023 realizado en Turquía reveló que solo el 10% de los médicos de atención primaria y el 19% de los especialistas en medicina familiar, tenían alguna formación en el tratamiento de la epilepsia. De los 228 profesionales no especialistas encuestados en el estudio, el 83% quería capacitación sobre la atención en epilepsia. La mayoría de los encuestados dijeron que no se sentían seguros de proporcionar orientación a las personas con epilepsia sobre la conducción de vehículos, el empleo o los deportes, y la mayoría no sabía cómo abordar la epilepsia en las diferentes edades o durante el embarazo. Aunque la mayoría sabía que las personas con epilepsia también podían tener ansiedad o depresión, solo el 25% dijo que podía hacer evaluaciones psicosociales de las personas con epilepsia.

Sé cuándo derivar a los pacientes con epilepsia o buscar una consulta
Tengo suficiente conocimiento sobre el uso de ASMs durante el embarazo
Puedo seguir el tratamiento de pacientes con epilepsia

Datos de la Tabla 4: Çelik Ö, Apaydın Kaya Ç. Challenges and needs of epilepsy management in primary care (from the perspective of family physicians/general practitioners): A cross-sectional study. Epileptic Disord. 2023; 25: 739–748. 

No hay datos exhaustivos sobre cuántos países tienen planes de estudio específicos para la epilepsia para profesionales no especialistas, pero una encuesta de ILAE reveló que el 60% de los encuestados no conocía dichos planes de estudio en sus países. Sin embargo, el 95% de los encuestados apoyaría dichos planes de estudio.

En todo el mundo se han introducido cursos y programas dirigidos a profesionales no especialistas, así como intervenciones basadas en la comunidad, incluida la capacitación en EEG en Asia, intervenciones comunitarias en África y Asia, atención domiciliaria en India y un curso en línea y un curso híbrido universitario en América Latina.

Educando a los profesionales no especialistas en América Latina

La mayoría de los países latinoamericanos no cuentan con políticas o programas nacionales para la atención de la epilepsia. La atención primaria de salud es la forma predominante de atención, especialmente en las zonas rurales. También existen diferencias significativas en la formación en neurología entre los países. La región también se ve afectada por múltiples determinantes sociales de la salud, como la violencia, la migración forzada o intencional, la vivienda insegura, las creencias culturales, la inestabilidad política y el suministro inadecuado de alimentos, todo lo cual puede reducir el acceso a los servicios de salud.

En 2015, la Academia Latinoamericana de Epilepsia (ALADE) creó un curso virtual regional de bajo costo dirigido a profesionales de atención primaria de salud. El curso de ocho semanas de duración, se ofrece en español y portugués, con temas que incluyen epidemiología, diagnóstico, clasificación, tratamiento, pronóstico, problemas sociales y políticas para la epilepsia. El curso ofrece un examen final y una certificación.

El Salvador: Ovidio Solano Cabrera teaching an epilepsy course to primary care physicians in El Salvador
Ovidio Solano Cabrera impartiendo un curso de epilepsia a médicos de atención primaria en El Salvador

El curso se sigue ofreciendo cada año, atrayendo a casi 500 personas de más de 17 países. Una publicación de 2018 que detallaba el curso señaló su baja tasa de abandono (10%) y alta tasa de satisfacción (98%). Una encuesta posterior al curso encontró que la confianza en el manejo de los pacientes con epilepsia aumentó del 21% al inicio del estudio al 73% después del curso.

Si bien se dio prioridad a los no especialistas en la inscripción, al menos durante los primeros años casi la mitad de los asistentes eran especialistas que buscaban capacitación actualizada. La publicación de 2018 enfatizó la importancia de colaborar con asociaciones médicas, ministerios de salud y otras organizaciones para llegar mejor al público de interés, que son los médicos de atención primaria que se beneficiarían de dicha capacitación.

Desde entonces, ALADE ha añadido cursos para no especialistas en convulsiones febriles y primeras convulsiones. La región latinoamericana también ofrece un curso presencial y, a partir de 2023, un curso híbrido para no especialistas a través de la Universidad de Guadalajara.

Los capítulos individuales también ofrecen cursos; por ejemplo, el capítulo de El Salvador desarrolló un curso virtual, "Epilepsia en el primer nivel de atención de salud", que se ha impartido a cientos de médicos de atención primaria. Luego de establecer una relación con el Ministerio de Salud, el capítulo ha estado ofreciendo el curso a cinco cohortes de 50 clínicos en diferentes zonas del país. Las diferencias en los puntajes de la prueba previa y posterior indican que el curso es muy efectivo, dijo Ovidio Solano Cabrera, vicepresidente del capítulo.

"[Entrenar] a unos pocos cientos de médicos no parece mucho, pero para nosotros es mucho", dijo. 

Y debido a que solo hay tres epileptólogos en El Salvador, tienen un tiempo limitado para comprometerse con proyectos externos. "Es mucho trabajo", dijo Solano Cabrera.

Capacitación en epilepsia pediátrica

Un estudio de 2024 evaluó las mejoras en el conocimiento y el comportamiento clínico entre más de 7.500 profesionales de la salud que asistieron al curso de capacitación en epilepsia pediátrica (PET1) de un día de la Asociación Británica de Neurología Pediátrica (BPNA) entre 2005 y 2020. Esta es la evaluación más grande publicada de un curso de capacitación en epilepsia pediátrica hasta la fecha.

PET course in Ghana
Se han impartido cursos de capacitación sobre epilepsia pediátrica en más de 17 países, entre ellos Ghana

Los cursos de PET1 se iniciaron a principios de la década de 2000, después de que varios informes en el Reino Unido mostraran que la mayoría de los niños con epilepsia eran tratados por profesionales no especialistas. Casi al mismo tiempo, un pediatra estaba siendo requerido en Inglaterra por diagnosticar erróneamente y tratar en exceso a niños con epilepsia. El médico no tenía ninguna intención maliciosa, y su tasa de diagnósticos erróneos era la norma entre los profesionales no especialistas. En ese momento existían directrices sobre el diagnóstico y el tratamiento de la epilepsia en niños, pero la brecha entre la política y la práctica era muy amplia.

Más de 19.000 personas han asistido a los cursos de PET desde su lanzamiento en 2005; los cursos se ofrecen ahora en más de 20 países de los cinco continentes. Se ofrecen cuatro tipos de cursos, siendo el PET1 el más extendido. El currículo del curso PET1 está coincide con los objetivos y contenidos del currículo de Nivel 1 de ILAE y del currículo de atención primaria de ILAE.

El estudio recopiló datos de los participantes inmediatamente después de que completaron un curso de PET1 y luego nuevamente seis meses después. Casi todos los participantes de la encuesta, el 98%, calificaron el curso como excelente o bueno. Las puntuaciones de conocimiento aumentaron del 75% antes del curso al 88% después del mismo.

A un subconjunto de participantes se les envió una encuesta sobre cambios en el comportamiento clínico seis meses después de asistir al curso. Casi todos los encuestados, el 98%, dijeron que el curso había mejorado su práctica clínica.

En la actualidad, PET1 se está llevando a cabo en siete países africanos. Con el apoyo de ILAE y el Tropical Health and Education Trust (Reino Unido), la BPNA está trabajando con profesores de Ghana y Kenia para llevar los cursos de PET1 a más zonas rurales.

"Es más fácil comenzar en lugares comparativamente bien dotados de recursos, como las ciudades capitales, pero algunas de las personas a las que queremos llegar están en las regiones más rurales", dijo Kirkpatrick. "Estamos tratando de llegar a algunos de esos trabajadores de la salud que probablemente no han tenido ninguna capacitación formal en la atención de la epilepsia. Y la idea es que luego capacitemos a los miembros de la facultad de esas regiones para que puedan comenzar a impartir cursos allí, de manera más sostenible".

Un resultado que existe, pero que es difícil de medir, es el grado en que los cursos ayudan a crear un sentido de comunidad o redes entre los profesionales que atienden a niños con epilepsia. Kirkpatrick dijo que los resultados del estudio son alentadores.

"Nuestra experiencia, tanto en el Reino Unido como a nivel internacional, es que la gente ha formado redes informales", dijo. "Ahora tenemos una serie de redes regionales en todo el Reino Unido que capturan a todos los profesionales de la salud involucrados en el cuidado de los niños con epilepsia".

Impacto nacional

El impacto de los cursos para profesionales no especializados puede repercutir a nivel nacional. Treinta y tres encuestados por BPNA dijeron que habían desarrollado clínicas dedicadas a la epilepsia después de tomar un curso de PET1. Cuarenta personas desarrollaron nuevas directrices locales para niños con epilepsia, y casi 300 personas introdujeron o mejoraron la formación sobre epilepsia en sus hospitales locales.

Un grupo de exalumnos de Myanmar colaboró en la elaboración de directrices nacionales estandarizadas para el tratamiento del estado epiléptico. En Brasil, los profesores del curso presionaron al gobierno para que permitiera la importación de midazolam bucal como medicamento de rescate para el estado epiléptico pediátrico. Y en Sudán, donde los cursos de PET1 se iniciaron en 2015 (pero luego se suspendieron debido a la agitación política), los neurólogos pediátricos comenzaron a informar cambios significativos en los patrones de derivación.

"En lugar de que [los neurólogos] se ocuparan de cualquiera que hubiera tenido una convulsión, ahora solo se ocupaban de los casos complejos", dijo Kirkpatrick. "Los pediatras se sentían mucho más cómodos atendiendo a niños con casos menos complejos. Y eso permitió que los neurólogos pediátricos comenzaran a enfocarse en otras afecciones neurológicas, donde tal vez no había habido tanta atención o enseñanza".

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